Una de las razones por las que nuestros hijos que todavía hacen siesta, se despierten en la noche es por la ausencia de las mismas. Si tu hijo no está bien descansado durante el día, esto hará que no duerma de corrido en la noche. Los despertares nocturnos en gran parte son por la sobreproducción de la hormona cortisol. En condiciones normales esta hormona nos activa para realizar nuestras actividades diarias, pero si nuestros hijos no realizan siestas en duración, horario y lugar adecuado el cuerpo se sobre cansa y produce más cortisol lo que impide que concilien el sueño rápido, que duerman de corrido en la noche y se despierten a una hora adecuada por la mañana. Ojo! Si tu hijo todavía está muy chiquito y el pediatra te recomienda toma de leche por la noche y se despierta para comer 1 o 2 veces pero se vuelve a dormir sin problema esto no constituye un despertar como tal. Solo si ya no está en edad de comer en la noche (9 meses en promedio) o se despierta más de 2 veces para comer a partir de los 4 meses entonces si podemos considerarlo como un problema de sueño.
Las siestas deben ocurrir en horarios y lugares adecuados; así como durar mínimo una hora. En los primeros 4 meses las siestas podrán ocurrir de manera errática en tiempo y horarios en el día, pero a partir de los 5 meses éstas se acomodaran en horarios específicos. Los niños entre los 5 y 9 meses aproximadamente deberán tomar 3 siestas en el día; entre 10 y 18 meses 2 siestas y de 18 meses a 3 o 4 años 1 sola siesta. Las primeras dos siestas serán diferentes por el tipo de sueño; la de la mañana en su mayoría tiene sueño de movimiento ocular rápido (mor o rem en inglés) y la del medio día que tiene más sueño No-rem. La primera debe ocurrir entre las 8:30 y 9 am y ayuda al cerebro a restaurarse emocionalmente. La segunda, que ocurrirá entre 12 y 1 pm, ayudará a restaurarse físicamente. La tercera siesta no tendrá ningún otro motivo más que acortar el tiempo entre la segunda siesta y la hora de dormir y podrá durar hasta 30 minutos. Conforme nuestros hijos vayan creciendo irán eliminando la tercera siesta primero, después la primera y la siesta que ocurre al medio día permanecerá por lo menos hasta los 3 años. Habrá niños que dejarán de hacer siesta entre los 3 y 4 años pero habrá otros que la conserven hasta los 5 años haciéndola de manera regular o solo unos días a la semana.
El ambiente de sueño es de vital importancia para promover las siestas durante el día, por lo que tendremos que cuidar la temperatura, obscuridad, ruido, comodidad, seguridad y que sea sin movimiento.
Según estudios en los infantes, mientras más tiempo duerman en el día mejor periodos de atención tendrán por lo que aprenderán más rápido. Los preescolares (3 -5 años) que hacen buenas siestas serán más adaptables; no los aislará socialmente o les faltara estimulación, al contrario tendrán más calidad en el desenvolvimiento social.
